Lo primero es ver el estado del libro. Como dicen en las librerías de viejo: “Encuadernación fatigada”. Aunque sólo sea por que el libro dure, merece la pena encuadernarlo.
Necesitas
Cola o cinta adhesiva de encuadernar
Papel Japón
Papel de guardas de color
Papel o tela de forrar
Cartón de 2 mm.
Cartulina
Plegadera
Cutter o bisturí
Regla metálica
Pasos
1
Desarma totalmente el libro: quítale las tapas y retira la cola vieja del lomo con cuidado para no romper ningún papel.
2
Si alguna página está rota, únela con papel Japón y cola de encuadernar o cinta adhesiva especial: usa una plegadera (una sencilla espátula pulida) para no desgarrar el papel.
3
Prensa durante unos días el libro sin tapas: puedes colocarlo entre dos tablas y ponerle bastante peso encima.
4
Corta las guardas de respeto y las de color (o sea, las páginas sin texto que unen el libro en sí con la tapa) de la misma medida que el resto de las páginas del libro.
5
Pégalas con cola diluida a la primera página y a la última.
6
Con un pincel, ponle cola al lomo, pega encima un papel fuerte del mismo tamaño y espera a que se seque bien.
7
Prepara la tapa aparte de la siguiente manera: • Corta dos cartones que sobresalgan 1 mm. por el lateral y 3 mm. por arriba y por abajo de las páginas del libro. • Corta una cartulina más fina del tamaño del lomo. • Pega los tres cartones a la cubierta con cola de encuadernar y da vuelta las esquinas y los lados "forrándolos" bien.
8
Une la tapa al resto del libro poniendo cola de encuadernación a las guardas de color del mismo (que van unidas al cartón delantero y al final).
9
Vuelve a prensar el libro durante unas horas.
Importante
Usa cinta o cola especial de encuadernación: los adhesivos normales contienen ácidos que con el paso del tiempo producen manchas en el papel.
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