lunes, 7 de mayo de 2012

La gozosa eficacia de los bibliotecario


Nadie aprovecha la Feria del Libro como los bibliotecarios de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares. Ningún otro visitante entra a La Rural calculadora en mano, con una lista detallada de los títulos que irá a buscar, y hasta con un itinerario previsto para no perder tiempo.

El sábado y el domingo, los bibliotecarios, de más de 1.100 instituciones, fueron los protagonistas de la Feria, llenando sus pasillos desde las 9 de la mañana.
La CONABIP le dio a cada biblioteca un promedio de 3.800 pesos para gastar en textos, en el marco del programa Libro %: doscientas editoriales se adhirieron y les hicieron un descuento del 50 por ciento en sus títulos.
Según la comisión, se invirtieron más de 8 millones de pesos en la séptima edición de esta iniciativa.
Hay un solo criterio en lo que se refiere a la elección de los textos, que a la vez es diferente en cada caso: en lo que muchos definen como “la compra más importante del año”: hay que llevarse de la Feria del LIbro lo que los usuarios de cada biblioteca demandan.
Cristina Puntillo, de Puerto Madryn, atiende mayoritariamente a chicos: “Llevamos mucho de Gustavo Roldán para rendirle el mejor homenaje, que es que lo lean, y en 2011 descubrimos los textos de Edelvives y reincidimos”, explica.
En cambio, a la biblioteca Horacio Quiroga, de Moreno, van entre 60 y 80 estudiantes universitarios por semana: “Me llevo textos de Eduardo Galeano, de Norberto Galasso, textos políticos e históricos”, cuenta José Romano, que trabaja allí. Junto a Galeano, Florencia Bonelli y Eugenio Zaffaroni fueron de los autores más elegidos: sus letras van de viaje hacia estantes lejanos y hacia nuevos lectores.

POR JULIETA ROFFO ESPECIAL PARA CLARIN